En los primeros tiempos de la feria, al estar relacionada con la venta de ganado, lo que se calificaba de caseta era el semejante a un establo.
En la correspondiente al año 1849 el Ayuntamiento montó la primera caseta de la misma forma que se sabe el vocablo en este momento. Su estilo era el de una tienda de operación, con la intención de controlar y sostener el orden público, que cambió al poco tiempo debido al ámbito festivo que ahí estaba.
En 1850 se colocaron otras casetas con distintos elementos de ocio, alimenticios y otras utilidades. Con el lapso de los años, familias y algunas instituciones quisieron gozar más tiempo de ese espacio que se aventuraba anual, eso logró que el número de casetas fuese en incremento, cada cual la adornaba a su antojo quedando todo muy pintoresco, consiguiendo formas morunas, circulares, militares… Fue en el año 1919 cuando se consiguió alguna uniformidad en el estilo, argumentándose en un diseño llevado a cabo por el pintor Gustavo Bacarisas.
La uniformidad total se consiguió en el año 1983 cuando se establecieron normas para el montaje. La composición y montaje de las casetas está regulada por el Encabezado IV de la Ordenanza Municipal de la Feria de Abril. El módulo tiene una anchura de 4 metros y una hondura de entre 6 y 8. El frontón de la caseta recibe el nombre de pañoleta y debe estar hecho de madera.
La mayor parte de las casetas solo tienen un módulo aunque, si hubiera bastante más de uno, podrían colocarse numerosas pañoletas o una que abarcara a todos. Las lonas de la caseta tienen que ser listadas de rojo y blanco o verde y blanco. Los toldos empleados en la cubrición tienen que ser de lona o algún otro material con nivel más alto de oposición al fuego M2 certificado obtenida por la Norma Elemental de la Edificación CPI/96.
La parte exterior debe tener una barandilla de metal o madera de color verde y que no pase la altura de 1,50 metros y que deje una anchura mínima de paso de 1,20 metros. Aspecto de la decoración de una caseta, en la Feria de 2012.
El Servicio de Fiestas Superiores del Ayuntamiento de la región festeja un Certamen de Exorno de Casetas para premiar a la preferible decorada. Hoy en día el número de casetas que constituyen la Feria sube a 1040. Las casetas acostumbran tener un tablao para los que bailan sevillanas. La titularidad de la caseta se funciona por el Encabezado II de la Normativa, y se hace por medio de licencia municipal. Las casetas tienden a ser otorgadas a particulares que las distribuyen con sus grupos de pares, a entidades públicas y a entidades privadas, como compañías (Carrefour, Dragados y otras) o asociaciones (hermandades, asociaciones de amigos, asociaciones culturales, peñas, etcétera).